El tiempo fluye como el pensamiento, como el agua en los riachuelos, como el viento, como las nubes, como la rotación y traslación de los planetas, como los cuerpos celestes en el universo, como todo lo conocido y lo desconocido. Lo seres humanos en nuestra ambición de limitar lo infinito creemos en ciclos anuales y para no perder la tradición, me dispongo a hacer un pequeño balance de lo que fue mi aventura fotográfica en este período de 12 meses que denominamos 2011 en el calendario gregoriano.
Este año tuve la fortuna de conocer nuevas tierras, de transitar caminos ancestrales, de interactuar con muchas personas, de observar y apreciar muchos amaneceres, atardeceres, criaturas animales y vegetales en su hábitat natural y en cautiverio, pude sentir vientos gélidos que entumecían mis manos y rostro mientras procuraba captar abstraído aquellas imágenes que me regalaba el mundo para mostrárselas a quienes estén dispuesto a valorarlas en su justa medida. Sentí el calor abrasador en mi piel mientras fotografiaba iguanas y hermosos cactus en los impresionantes escenarios altimontanos de la Cordillera de Mérida en Venezuela. Sufrí muchas picaduras de insectos al momento de observar extasiado a los monos capuchinos en uno de los últimos bosques ribereños de los altos llanos barineses al piedemonte de la Sierra Nevada de Mérida. En fin, creo que fue un año donde logré hacer muchas fotos interesantes, algunas de las cuales ya son patrimonio de la humanidad a través del prestigioso portal en internet denominado ARKive. También el portal de viajes de National Geographic seleccionó una de mis fotos para formar parte de la galería de Venezuela. Es una imagen de la vieja iglesia del pueblo Los Nevados localizado en pleno corazón de la Sierra Nevada de Mérida. Esa fotografía la hice una tarde soleada donde el cielo estaba más azul que nunca y la estampa revelada era de una belleza sublime.
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| Una de mis fotos del perro de monte (Speothos venaticus) en ARKive |
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| Una de mis fotos del pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti) en ARKive |
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| Iglesia de Los Nevados. Mérida, Venezuela. Esta es la foto seleccionada para la galería de Venezuela en el Portal de Viajes de la National Geographic Society |
La fotografía es una actividad que demanda una gran inversión de tiempo, dinero, conocimiento, entusiasmo y voluntad, entre otros factores claves. Detrás de cada foto hay historias fascinantes, increíbles de contar a veces… Hay un refrán muy conocido que reza: “Una imagen dice más que mil palabras”, pero creo que siempre son válidas las palabras para reivindicar el valor de las imágenes. La palabra es lo que nos diferencia del resto de las criaturas animales y su poder unido al de una imagen visible es trascendental para transmitir mensajes y sentimientos.
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| En mi labor fotográfica. Foto: Jorge Manrique |
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| En el país de Gales, Reino Unido. Foto: Marisa Edwards |
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| Fotografiando en la selva nublada andina. Foto: Andrés Orellana |
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| Fotografiando en la Sierra Nevada de Mérida. Foto: Jorge Manrique |
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| En la Reserva Natural Conwy, Gales |
Como mi pasión por la fotografía demanda y exige invertir en todo sentido, debo recurrir por obligación a la comercialización de mi trabajo. Sólo así esta actividad podrá ser sustentable, al menos para contribuir a mi prosperidad económica. De otra manera, no pasaría de ser un simple pasatiempo y en esta sociedad hay que subsistir de alguna manera. En este contexto, me gustaría hacer eco de un anécdota que me sucedió en el marco de esta aventura de la fotografía comercial. Un día me contactó una empresa de productos alimenticios que tenía planeado sacar una línea de jugos asociada a la imagen de especies venezolanas en peligro de extinción. Ellos querían obtener una de mis fotos del oso frontino para colocarla en la etiqueta del envase que contenía uno de los sabores frutales. Me pareció una idea innovadora y plausible, pero ellos aunque son una empresa con fines lucrativos pretendían que yo les cediera mi foto de manera gratuita. Allí comencé a entender la falta de valoración que muchas personas tienen por el trabajo artístico en todas sus formas de expresión. Para mucha gente hacer una foto, una pintura o una canción es simplemente un “pasatiempo” o peor aún “una pérdida de tiempo” que no tiene implicaciones de valoración financiera. El asunto es que para no entrar en las típicas justificaciones por las cuales yo tenía derecho a exigir una remuneración por mi foto, opté por recurrir a un ejemplo pragmático. Así fue como le dije a la persona que me contactó: Supongamos que yo les cedo gratuitamente el derecho de usar mi fotografía para su proyecto comercial. A cambio ustedes colocan mi crédito en la etiqueta del producto (lo cual seguramente sería ilegible). Primeramente dudo que alguien que compre un jugo se fije precisamente en quién hizo la foto de la etiqueta. En todo caso, yo solo debería sentirme agradecido y retribuido con ustedes por ese honor y privilegio. Un día cualquiera me provoca tomar algo, digamos ese jugo donde aparece mi foto del oso frontino. De paso por un establecimiento comercial donde lo venden llego y pido uno, le indico a la persona que me lo entrega que se fije en la etiqueta del producto para que note que yo soy el autor de la foto, le señalo donde está mi nombre para convencerla, me felicitaría (quizás) y al final deberé pagar el néctar, como es lógico. En síntesis, es obvio que más de uno se beneficiaría de mi trabajo y yo tendré mi bolsillo vacío e irónicamente deberé pagar por mi foto. Esta es una forma de reivindicar la pobreza, de fortalecer proyectos ajenos a mis intereses primarios para que el saldo al final sea siempre una gracia más. Al cabo de exponer este ejemplo, la persona me dio la razón y entendió que tenía sentido pagarme por el derecho de usar mi foto. Es un poco lamentable, pero es parte del proceso de crecimiento en el mundo de los negocios y de reconocer constantemente que uno mismo es quien debe afianzar sus metas, ideales, proyectos… en fin, su vida misma.
Pero más allá de todo, hay que actuar en el espíritu del gran poeta senegalés Baba Dioum, quien en uno de sus poemas dice: “Conservamos únicamente lo que amamos. Amamos sólo lo que conocemos, conocemos únicamente lo que hemos visto por nuestros propios ojos”. Desde mi accionar como persona, como geógrafo, como artista y fotógrafo pretendo humildemente servir de ejemplo y de embajador de la naturaleza para proyectar en el corazón de las personas el amor propio y por su entorno natural. Estoy convencido que nuestra meta en este mundo es ser felices, nada más, y eso será posible sólo reivindicando siempre nuestros pensamientos y acciones en los valores de paz, rectitud, verdad, no violencia y amor.
Quiero aprovechar este momento para agradecer sinceramente a todas aquellas personas que aprecian mi trabajo, que me han apoyado de múltiples maneras para seguir adelante y me inspiran con ejemplos afines.
2011 fue un buen año al final de cuenta, un ciclo que se cierra y me deja enormes y trascendentales enseñanzas en todos los sentidos.
A continuación presento algunas de las organizaciones y empresas que han creído en mi trabajo fotográfico y artístico. Algunos son clientes comerciales, otros han publicado mis imágenes en trabajos divulgativos que procuran concienciar a la humanidad sobre los temas ambientales. A todos mi agradecimiento más genuino. Seguidamente comparto con ustedes una selección de mis fotografías que espero sean de su agrado.
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| Cálidos Producciones Artísticas CBM, S. A.: DVD Multimedia Cancionero de Simón Díaz. Vol.1 |
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| Cálidos Producciones Artísticas CBM, S. A.: DVD Multimedia Cancionero de Simón Díaz. Vol. 2 |
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| DVD Multimedia Cancionero de Simón Díaz. Vol. 2 |
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| DVD Multimedia Cancionero de Simón Díaz. Vol. 2 | |
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| Aeropuerto Internacional Charles de Gaulle, Paris - Francia |
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| Coloso del Bosque Nublado Andino |
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| Iguana |
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| Danta o tapir (Tapirus terrestris) |
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| Río cobalto. Andes merideños |
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| Tigre de sumatra |
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| Iguana en el paisaje semiárido de Lagunillas. Mérida - Venezuela |
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| Invierno de Gales, Reino Unido |
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| Mono capuchino en bosque ribereño de Barinas, Venezuela |
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| Jaguar o tigre americano |
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| Frailejón andino |
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| Correporsuelo o copetón |
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| Caballo inglés. Chester, Inglaterra |
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| Guepardo o Cheetah |
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| Metro de Londres, Inglaterra |
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| Panda menor o rojo (Ailurus fulgens) |
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| Ánade real o azulón macho (Anas platyrhynchos) |
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| Chimpancé |
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| Chiguará. Mérida - Venezuela |
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| Mariposa (Anartia amathea). Nymphalidae |
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| Sapito minero (Dendrobates leucomelas) |
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| Danzantes de la Fiesta de Santa Rita. Pueblo Nuevo del Sur, Mérida - Venezuela |
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| Gallineta de agua (Gallinula chloropus) |
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| Atardecer barinés |
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| Mariposa (Actinote pellenea) |
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| Flamencos caribeños (Phoenicopterus ruber ruber) |
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| Noche de San Valentín. Chester, Inglaterra |
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| Libélula. Llanos de Barinas, Venezuela |
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| Laguna Mística. Mucubají, Mérida - Venezuela |
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| Atrapando al sol |
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| Dentro del Bosque Tropical |
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