Conozco al médico veterinario Alexander Blanco desde hace más de 15 años
cuando nuestros intereses comunes coincidieron por la conservación de los
tapires en Venezuela. Sin embargo, desde un principio percibí su gran pasión
por la vida de las imponentes águilas arpías, las rapaces más poderosas del
continente americano y a las cuales les venía dedicando mucha atención y
energía...
El destino sincronizó varios encuentros entre nosotros en eventos nacionales e internacionales, lo cual contribuyó al surgimiento de una entrañable y valiosa amistad. El águila arpía había sido mi rapaz favorita desde niño cuando por primera vez vi a un imponente ejemplar encerrado en el Parque del Este (actual Parque Generalísimo Francisco de Miranda en Caracas) y siempre había querido contribuir de alguna manera a fomentar su protección. Recuerdo que Alexander me comentaba de los eternos escollos que acompañan a muchos de los que nos dedicamos de corazón a estas labores apostólicas de trabajar por la conservación ambiental en Venezuela. La falta de apoyo, principalmente económico, obstaculizaba su trabajo en la visión que él se había trazado. Afortunadamente, hay algo que vale más que el dinero: la perseverancia, el compromiso genuino y el amor.
En una de esas conversaciones le ofrecí espontáneamente una pintura en acuarela que yo había realizado del águila arpía para que él la usara en apoyo a su trabajo. Él recibió mi aporte y con recursos propios produjo unas camisetas para ayudarse a cubrir algunos costos de su trabajo por esta especie. Eso pasó hace ya más de una década... pero recientemente recibí una grata sorpresa al enterarme que Alexander había sido uno de los galardonados con el prestigioso premio Whitley (considerado el Oscar Verde) que se otorga en Inglaterra. Ante este magnífico acontecimiento no pude sentir más que una inmensa alegría y admiración genuina. Al menos en este caso se reivindicó un premio a la constancia y al profesionalismo...
El destino sincronizó varios encuentros entre nosotros en eventos nacionales e internacionales, lo cual contribuyó al surgimiento de una entrañable y valiosa amistad. El águila arpía había sido mi rapaz favorita desde niño cuando por primera vez vi a un imponente ejemplar encerrado en el Parque del Este (actual Parque Generalísimo Francisco de Miranda en Caracas) y siempre había querido contribuir de alguna manera a fomentar su protección. Recuerdo que Alexander me comentaba de los eternos escollos que acompañan a muchos de los que nos dedicamos de corazón a estas labores apostólicas de trabajar por la conservación ambiental en Venezuela. La falta de apoyo, principalmente económico, obstaculizaba su trabajo en la visión que él se había trazado. Afortunadamente, hay algo que vale más que el dinero: la perseverancia, el compromiso genuino y el amor.
En una de esas conversaciones le ofrecí espontáneamente una pintura en acuarela que yo había realizado del águila arpía para que él la usara en apoyo a su trabajo. Él recibió mi aporte y con recursos propios produjo unas camisetas para ayudarse a cubrir algunos costos de su trabajo por esta especie. Eso pasó hace ya más de una década... pero recientemente recibí una grata sorpresa al enterarme que Alexander había sido uno de los galardonados con el prestigioso premio Whitley (considerado el Oscar Verde) que se otorga en Inglaterra. Ante este magnífico acontecimiento no pude sentir más que una inmensa alegría y admiración genuina. Al menos en este caso se reivindicó un premio a la constancia y al profesionalismo...
Acuarela usada en la etapa inicial del Proyecto Águila Arpía en Venezuela |
Ahora bien, para seguir contribuyendo a la conservación del águila arpía, Alexander a través de su organización denominada Fundación Esfera creyó una vez más en mi talento artístico y me comisionó la tarea de elaborar algunas ilustraciones que servirán de apoyo visual al programa de educación ambiental “Aprendiendo con Harpy”. Asumí esta encomienda con mucho entusiasmo y con la valiosa asistencia técnica del diseñador gráfico Hugo Mata, nos dispusimos a realizar las siguientes imágenes que esperamos sean de su agrado y contribuyan a generar mayor interés y amor por las águilas arpías entre el público infantil y juvenil de Venezuela. Como dato de interés técnico, las ilustraciones fueron hechas originalmente a mano con lápiz sobre cartulina, luego fueron digitalizadas y vectorizadas con el uso del programa Adobe Illustrator el cual nos permitió asignarles color y corregir detalles de forma. Haz clic sobre la imagen que quiera ver a mayor tamaño.
Boceto Original Hecho a Mano |
Ilustración Final |
Águila Arpía juvenil |
Águila Arpía macho adulto |
Águila Arpía hembra adulta |
Pichón de Águila Arpía |
Logotipo para el Programa de Educación Ambiental |
Boceto a lápiz |
Ilustración final a tinta china |
¡Desde acá manifiesto mi más sincera felicitación para Alexander Blanco y su equipo de trabajo en la Fundación Esfera por el bien de la naturaleza y las águilas arpías.
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