Recuerdo que hace más o menos 20 años sostuve una
conversación con mi amigo Edgard Yerena en su oficina del Instituto Nacional de
Parques en Caracas. Estábamos trabajando para descifrar algunas incógnitas
relacionadas con el oso frontino en el país, en particular para completar la
tesis de maestría de Edgard basada en proteger la mayor superficie de áreas
silvestres en las montañas andinas de Venezuela. Una de las inquietudes
latentes era dar a conocer al oso entre la mayor cantidad de personas en el
país para motivar su aprecio y protección. Para aquel momento existía bastante
apoyo en la promoción de la conservación ambiental en el país, auspiciado principalmente
por las empresas filiales de Petróleos de Venezuela (PDVSA); se publicaban regularmente
los Cuadernos Lagoven, la Carta Ecológica, calendarios, postales, la serie de
fascículos y videos “Venezuela Tierra Mágica”, entre otras tantas obras de
difusión. Aunque estábamos muy entusiasmados en producir una publicación sobre
el oso, debimos ser prudentes y coherentes debido a una limitante: había realmente muy poca
información sobre la especie en el país. Aunque hoy eso parezca exagerado,
hace tan solo 25 años, se desconocía prácticamente la historia natural del oso
andino, su distribución y estado de conservación en el país. La idea de
publicar un libro divulgativo siguiendo el atractivo formato de los Cuadernos
Lagoven quedó represada en el baúl de las buenas intenciones, mientras
el tiempo y las circunstancias nos permitieran conocer mejor a esta criatura.
Al pasar el tiempo fuimos difundiendo información
sobre el oso en forma de folletos, trípticos, afiches, artículos, etc., pero la
idea de un libro básico siempre estuvo presente. En el año 2002 asistí a un Taller sobre Conservación de Osos organizado por la Asociación
Americana de Parques Zoológicos y Acuarios en la ciudad de Tucson, Arizona, y
allí conocí a unas personas de la organización Polar Bear International,
quienes me facilitaron una muestra de sus materiales educativos que incluían
una excelente cartilla para niños y jóvenes. Esa publicación me gustó bastante y me motivó a retomar aquella idea de publicar algo más que un folleto sobre el oso frontino.
Al llegar
al país trabajé en el contenido de una cartilla sobre el oso frontino basado en
una propuesta que Edgard Yerena había concebido para una exposición didáctica que
formaría parte de un centro de interpretación ambiental en La Mucuy, parque
nacional Sierra Nevada. Aunque aquella exposición nunca se materializó, la propuesta didáctica merecía ser desarrollada de alguna manera. Una vez concebida la publicación similar a la
desarrollada por Polar Bear International comencé a mostrárselas a varias
personas, pero sus actitudes y reacciones fueron generalmente pesimistas, algunas llegaron
hasta expresarme que no lograríamos obtener el apoyo necesario para la publicación porque
resultaría muy cara y que además no tenía sentido hacer algo así para regalársela a
los niños… me dijeron que eso lo hacían los gringos porque ellos tenían dinero
de sobra. Argumentos absurdos, llenos de complejos, de envidia y conformismo. Esa reacción lejos de debilitar mi entusiasmo fue en el fondo una
invitación para alcanzar la meta. Toqué muchas puertas, siempre recibiendo las
típicas alabanzas que nunca se traducían en apoyo concreto, hasta que finalmente
el respaldo principal vino de varias instituciones norteamericanas… ironías de
la vida… esas organizaciones si reconocieron y valoraron nuestra iniciativa para
ayudar a salvar a una especie de nuestra fauna regional. Luego que
recibimos la ayuda financiera, en Venezuela obtuvimos un patrocinio adicional por
parte de la asociación PROVITA a través de su fondo denominado "Iniciativa de
Especies Amenazadas (IEA)". Luego de 2 años, en el año
2004 fue publicada la cartilla educativa "Un Oso Venezolano", la cual sirvió para
reunir datos interesantes sobre la vida del oso andino en un formato llamativo. Los niños y niñas de los
Andes pudieron recibir así una publicación digna que seguramente revisaron muchas veces en sus bibliotecas personales o institucionales.
La primera edición de la cartilla se agotó rápidamente y surgió la necesidad de una reimpresión o edición corregida. Fuimos
trabajando en eso, pero esta vez no recibimos la ayuda necesaria. Solo una empresa transnacional en el país manifestó un discreto interés
que al final se volvió falsa promesa.
Ya con el entusiasmo debilitado, en el año 2013 se me
ocurrió hacer un intento atrevido y le presenté la propuesta editorial a la
prestigiosa Fundación Empresas Polar. Ellos la recibieron y les gustó tanto
que la aprobaron y nos propusieron llevar la idea de la cartilla al formato de un
libro de corte divulgativo. Sin pretenderlo, la línea de tiempo nos llevó al
pasado y como una suerte de Déjà vu aquella vieja idea de sacar un libro se
vislumbró como una posibilidad real en el presente… ¡esta vez si teníamos suficiente
información para hacerlo!
En el transcurso de un año y medio trabajamos en
preparar el contenido del libro, reuniendo información actualizada y fotografías atractivas aportadas por amables colaboradores. En junio de 2015 finalmente vimos el libro impreso y fue
sorprendente apreciar que el formato era muy similar al de los Cuadernos Lagoven
que una vez nos habían servido de inspiración. Hoy el libro "Un Oso Venezolano, el oso
frontino" representa la reivindicación de que los sueños si se pueden materializar
cuando se cree firmemente y se es perseverante. Para muchas
personas que desconocen estas historias detrás de las ideas y hechos es posible que el
libro no sea algo tan admirable o especial y algunas hasta puede que lo menosprecien, pero para
todos los que estuvimos involucrados en su concepción representa algo digno de celebración, de
lo cual nos sentiremos orgullosos siempre. Con esta obra editorial muchas
personas podrán conocer mejor al enigmático oso enmascarado de Los Andes. Sirva este momento para agradecer sinceramente a la Fundación Empresas Polar por haber creído en esta idea de manera tan especial. Así mismo nuestro agradecimiento al eminente fotógrafo Heinz Plenge por permitirnos usar su hermosa fotografía de una osa y su osezno en la portada del libro.
A continuación comparto algunas de mis fotografías
publicadas en el libro junto a varias imágenes tomadas por Imarú Lameda y Roger Manrique durante el evento de
presentación el día 25 de junio de 2015 en la ciudad de Mérida, Venezuela. Haz clic sobre la imagen que desees ver
más grande.
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